De ruta en bicicleta

Este fin de semana pasado, hice junto con Ignacio y Lua dos "tours" turísticos en bicicleta por Hamburgo. Bueno, el primero, no fue exactamente en Hamburgo, sino en Harburgo, una ciudad dormitorio de esta.

Nos dirigimos hacia allí con la bicicleta, y llegamos al museo desde dónde comenzaba el tour con una guía turística, tan sólo eramos cinco personas más la guía. Fuimos a la "Ciudadela", que es como una especie de isla que hay en el puerto de Hamburgo, que corrigiendo errores del pasado, no es el quinto puerto de Europa, sino el segundo tras el de Rotterdam.

La tarde fue apacible para ir en bici, y finalmente terminamos en un bar típico alemán, en el cual bebimos una cerveza, que por cierto, invitada por un hombre que asistió al tour con nosotros. Debió suponer que no teníamos mucho dinero, porque para él eramos jovenes estudiante extrajeros.

El segundo tour fue por un cementerio, a este evento acudió más gente, seriamos unos doce. El camposanto es bastante grande, con lagos, ríos y múltiples caminos en su interior, como podéis imaginar aquello se dividía por secciones. Nuestro guía nos llevó por diversos lugares simbólicos de este, y nos mostró la única lápida nazi que todavía queda en el cementerio, eso si está totalmente tapada por un arbusto, como podéis ver en la foto. Por la sencilla razón que no quieren que grupos neonazis hagan homenajes, y escojan como lo lugar el lugar de esta lápida.
Continuamos el tour, y llegamos al un lugar bastante abierto, en donde estaban enterrados los primeros prisioneros de guerra soviéticos y bastantes judíos, el lugar imponía, puesto que las filas de pequeñas tumbas parecía interminable. Terminamos esta viaje por el cementerio en unas tumbas, en donde estaban enterrados los asesinados pertenecientes al partido comunista y al socialdemócrata. Dicho lugar estaba capitaneado por tres columnas, en las cuáles ponía los nombres de los socialesdemócratas muertos, según nos dijo el guía, esto ha creado un conflicto entre ambos partidos por la memoria de los suyos. En el cementerio, había mucho más, desde las víctimas civiles causadas por los bombardeos aliados, hasta polacos, pasando por mil cosas más que se anclan en la historia.

Bueno, el tour estubo muy bien, fue una pena que no pudiera entender todo lo que decía el guía porque parecía realmente interesante. Además, uno se satura de tanto habla alemana seguida, sobre todo cuando no se conoce en profundidad la lengua.