domingo, 5 de octubre de 2008

Jueves: terminamos el curso. Viernes: un concierto


Este jueves pasado terminamos el curso intensivo de alemán. Bueno, aprender, algo he aprendido, pero sobre todo lo bueno ha sido conocer a la demás gente de erasmus. Ha sido divertido, aunque por momento me aburría, aunque mucho menos de lo pude imaginar en principio. En un par de semanas comenzaremos las clases de nuevo, pero esta vez ya no serán intensivas, sino clases normales, por supuesto siguen siendo gratis.

Tras dar por finalizado la el curso con un brindis de vino, fuimos a casa de Ignacio a tomar una cerveza, para posteriormente dirigirnos a una inauguración en una galería de arte. El espacio era genial para albergar exhibiciones. Por supuesto, debido a la apertura había bastante gente, aunque lo que fue la exposición exceptuando unos dibujos que me parecían que estaban muy bien, eran cosas bastante normales, y el algunos casos las obras llegaban a ser de baja calidad. Eso si, los precios por las nubes. Y encima el camarero me invitó a dos cervezas, porque en esta galería las invitaciones se pagaban, todo lo contrario que en España, donde además de la invitación te obsequian con canapés. En finalizar esto, cada uno nos dirigimos a nuestra casa, que la fiesta está muy bien, pero también hay que ahorrar dinero.

Al día siguiente, viernes ya por la noche fuimos, esta vez sólo Ignacio y yo, a un concierto gratuito de saxo y clarinete, eso ponía en internet. Llegamos al lugar en cuestión como media hora tarde, era un bar bastante íntimo, me recordaba a algunos garitos de Lavapiés, pero el concierto no había comenzado, es más, érasmos los primeros en llegar. Bueno, nos pedímos una "Astra" cada uno, que es la cerveza cutre de Hamburgo, y al cabo de unos minutos empezó el show, el experimento, o mejor dicho, lo que coño fuera eso. Había un tío sólo, primero tocó el clarinete y después el saxo, pero no tocaba como podéis imaginar dichos instrumentos. Primero se ponía como a soplar de forma desganada, continuaba como de forma loca, después le daba golpes al saxo,...y demás locuras. Se me hizo eterno el concierto. Esa música fue hasta insoportable. Madre mía cuanto colgao hay por el mundo.

Aguantamo por una sencilla razón, fuimos en total, seis personas al concierto, y si te ibas se notaba de la ostia, y así nos daba también tiempo a acabarnos la birra.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Acho!!!

Komo k los canapes y el vino no seon gratis.....estos Alemanes...Xdddd
Y no habian besos :)